viernes, 4 de julio de 2008

Entonces nada

(Foto: Extraída de www.studiolum.com/wang/img/excomunion.jpg ).

Apareció empapado en lluvia de arándanos y en un gesto rápido se quitó el sombrero. El sacerdote era investigador de asuntos internos del centro religioso máximo.
El obispo bebía café haciendo del voto de pobreza un artificio en taza china.
El informe previo había demostrado al abuso cometido por 26 sacerdotes de la misma diócesis sobre cientos de niños. Así mismo un decreto del centro religioso máximo prohibía hablar de tales hechos anteponiendo el cuidado de dios al de las personas. Las violaciones y manipulación mental eran un hecho recurrente, un núcleo de acting out, un agujero negro en torno al que giraba la galaxia de la moral casta.
Invocando al secreto de confesión pedían a la víctima guardar ese secreto. El juramento de silencio se proponía en la directiva de 1962. Romper el juramento de silencio (que era ampliado a participantes en el acto y testigos) significaba ser apartado del centro religioso máximo. Excomunión incluida.
Se invocaba al perdón. Perdón mutuo entre ofendido y ofensor. Y silencio.
Delito de “solicitación”, una política mundial sobre los delitos sexuales cometidos por la iglesia máxima.
- Café, por favor.
- ¿Sólo? Padre.
- Con dios.
El meado del baño comenzaba a salirse por la parte inferior de la taza. El sodomizador que regentaba el bar se afanó con fregona y masilla. Nunca lo arreglaba del todo. Era un resto sintomático de relación con lo excremental. También su cuerpo recuperaba posturas e inflexiones que reconocía como pozos pacíficos.
- Oiga, Señor, ¿quién impone el silencio como ocular?
- Algunas personas sólo ven lo que escuchan. Siguen a Santo Tomás pero sólo es por el rumor.
- No hay algo como las dioptrías en el lóbulo temporal ¿es eso?
- No exactamente, pero puede valer.
- ¿Entonces?
- Entonces nada.

La Junta Nacional de Revisión, organismo supuestamente independiente de la iglesia de EEUU que entra en vigor en 2002 tras los escándalos mediáticos de esos días dejó algunos datos.
La situación es endémica. Se produce un porcentaje similar de abusos en todas las diócesis.
El presidente de la Junta de Revisión dijo:
Rechazar las citaciones del Gran Jurado, suprimir los nombres de los clérigos acusados, es el modelo de una organización criminal”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Años y años cerrando bocas, abusando de seres indefensos y robando... Años y años y algo tan obvio, tan incontestable, tan abusivo, tan imperdonable, tan rastrero, tan asqueroso... se vuelve invisible a casi todos los hombres. Y cuando se hace visible al final se mira para otro lado.

¿Hasta cuándo?