martes, 18 de marzo de 2008

Repertorio nuevo disco II

(Foto: Luna, Madrid inv. 2008. C.Chaouen).



Gracias por todas las respuestas al post sobre el repertorio. He contado (creo que todas) las primeras opciones, y el resultado general es este:
“Qué te diría” creo que no la he tocado en dos años pero...., me sorprende que sea la más nombrada.
Luego han sido “Días azules”, y después “Amor vertical”, “El loco de la noche” y “Este querer (la del jilguero)”.

El repertorio de lo porvenir
será :

1) SINFORGÍA EN Ti SOSTENIDO
- Bosque lejano
- Necesito de la luz
- Me he pintao
- Olas de plata
- Liguero de gata (piel a tiras)
- Loca
- Seré
- Mi habitación en tus pupilas
- El último verso
- Tumbado


2) GRABACIÓN VI (en lo que estamos)
- Fuera del cielo
- Mal acostumbrado
- Amor vertical
- Derruido
- La vida tiene estas cosas
- Retinas de alquiler
- Báquica escena
- Equilibrio
Estas ya están sonando. La semana pasada empezamos a grabar algunas guitarras eléctricas.

- *****
++++ Entrarán algunas entre ‘Días zules’, ‘Qué te diría’, ‘Flores secas’, ‘El loco de la noche’, ‘Este quere’, ‘Comer acero’......., las que nos vaya dando el tiempo.

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Y de la oscuridad volverá a la luz..... Buena Semana de Pasión. Apasiónense.

Salud.

Gracias a los Marea


Gracias a los Marea.
Una vez más rindo pleitesía y hago mis reverencias ante los
Marea. La banda de rock que viene a poner luz de agua clara en la ciénaga y que sostiene los versos ejemplares del hombre que mira con el corazón.
Gracias Kutxi, Alen, Piñas, Kolibrí, César, Jaime, y demás gente.
Fue el 8 de marzo de 2008 en el Palacio de Deportes de Madrid, una fiesta, un gran concierto, el mejor de los que les he visto, y para mí, “otro rato en el paraíso”. Un lujo poder volver a cantar “Pan duro”.
Recuerdos de admiración para Manolo Chinato. Y para el viento.

No me canso de quitarme el sombrero ante los de Berriozar, ante Kutxi Romero y su palabra única.

Larga vida a Marea.

domingo, 9 de marzo de 2008

El combate

(Foto: Logo de MCRC).
Texto de Antonio García Trevijano.

Los medios de comunicación llaman impropiamente debate a la pugna entre dos aspirantes a monopolizar, votación mediante, todos los poderes del Estado. Ambos pactaron las reglas de su espectáculo, para que fuera imposible introducir, en una pura contienda de sentimientos, cualquier asomo de argumento demostrativo o refutador de algo pragmático o idealista. Ambos respetaron escrupulosamente el pacto de renunciar a la razón y, sin necesidad de esforzarse, también a la inteligencia. Ambos pudieron acreditar así su eficiencia emotiva para impedir el paso de lo contradictorio a lo explicable, de lo iluso a lo real, de lo imaginario a lo empírico, de lo sensible a lo inteligible.

En ausencia de libertad de pensamiento, y sin estar educados por la libertad política, es lo que se podía esperar de unos jefes de partidos estatales, maestros del juego político oligárquico y aprendices ignaros en todo lo que requiere estudio, conocimiento, experiencia, meditación y previsión, como en economía, docencia, inmigración, autonomías, terrorismo, delincuencia. El vocabulario los delataba. Ni una sola referencia a la necesidad de libertad y de verdad, ni una sola expresión gramatical completa que pudiera ser considerada verdadera o falsa. Se llamaban mutuamente mentirosos ¡de intenciones!, salvo en la negociación con ETA o la guerra de Irak, donde la mentira era patente para millones de espectadores.

No podía haber controversia, sino pura contradicción, en dos arengas repetitivas de opiniones no versadas. El diálogo entre datos iguales, pero enfrentados sin logos, era logomaquia; y cuestionar sin responder, galimatías.

Educados en el lenguaje de la propaganda mediática y en la admiración de los deportes agonísticos, los espectadores confunden la oratoria con la frase enfática, y el debate, con el combate. Sin conocer la belleza del discurso de la libertad, ni la hermosura de la disputa de la verdad, lo único que podían apreciar y valorar era la contundencia de los golpes verbales, de las frases hechas, del insulto directo que, sin mediar humor o ironía, dejaran en la pantalla la imagen gestual de un ganador y un perdedor. Como en partidos de competición sin árbitro, en este combate sin fuero cada partidario y medio partidista pueden atribuirse la victoria.

Florilegio.
"El lenguaje emotivo no separa la forma del contenido y, a diferencia del cognoscitivo, es irreversiblemente indiferente a la verdad o falsedad de la locución. La más baja de sus especies gramaticales, el lenguaje de partido, no tiene más semántica que la impuesta por su necesidad de demagogia."
Texto: Antonio García Trevijano. Editorial del Diario español República Constitucional, año 1, nº 0.31.

martes, 4 de marzo de 2008

Riendo

(Foto: Tomada de http://www.linkmesh.com/ )


Nada de nihilismo oscuro, convocante,
solo ojos quiero, que me conformen
al mirarnos, cual espejos hacedores,
úteros de futuros gestores de hambre.

El lenguaje de tu cuerpo exclamativo
extático, contrito

o el tacto pituitario en que te ausento.

Carne para la carne sedienta de corazón.
Apátrida, sin abrigo, ni cáñamo.
Aterido en impúdicos lugares públicos
o en púbicos altares de humana redención.

El aire que respiro es como una mano tañendo
una vasija de barro, imperfecta,
como los hombres. Temporalmente,
aunque menos de mí conozco.

Riendo.
( Carlos Chaouen).