martes, 15 de noviembre de 2011

CHAOUEN, CARLOS "RESPIRAR".


Nuevo disco de CARLOS CHAOUEN, "RESPIRAR".

Grabado en estudios Sputnik, Sevilla. Producido por J. Calderón, y grabado y mezclado por Eduardo Ruiz Joya.

La banda:
Batería: José Mena
Bajo: Fernando Lamadrid
Pianos, violines, programación, guitarras y más: J. Calderón
Guitarras eléctricas: Enrique García, Charlie Cepeda y Carlos Chaouen
Guitarras acústicas: Carlos Chaouen y C.Cepeda en (Objetos perdidos)
Guitarra española: Carlos Chaouen
Tres cubano: Raúl Rodríguez
Órgano y teclados: Álvaro Gandul
Percusión en "Flores secas" y "Este querer": Juan Makandé


Arudavel 2011
www.carloschaouen.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a eso le llamo informarse
.

Les explico, hoy tuve un bolo de esos de pura mierda. Nada salió ni remotamente bien. Llegué tarde al curso formativo obligado, dando más vueltas que un chupa-chups en un colegio sin hallar aparcamiento, ni aparcador tampoco, y me recibió el jefe de mi jefa nada más entrar en la oficina, chungo ya, “hoola buenos días jefe” y le di un fuerte apretón de mano por si eso le consolaba de mi absoluta falta de puntualidad. La formación... qué os voy a contar?, yo tomando notas y mis compañera/os mirándome raro. Es frikismo en el trabajo qué queréis, por intentar aplicarse y aprender.
En fin, y cómo no me tocó ese pedazo de primera fila. Le doy a la silla giratoria y se hunde sin compasión, casi me dejo las extremidades allí, aunque las necesitara para huir. Luego durante el parón de quince minutos del desayuno, busco información que no puedo localizar con las prisas, joder. De vuelta al cursillo...qué coñazo pero qué soberano coñazo. Y mi mente grita “Que tengo que salir ya que me espera la asistencia social, que no pude cambiarlo”..., disculpe, levántese, en marcha y ya me estaba yendo pues de la oficina que me detiene la jefa en la dichosa puerta para darse la bronca, y la bronca... abroncada estoy, que esto así, que asá...qye ya pero..., ya pero no. Así que de mala leche salgo de allí... por fin!! creo pensar. Pero es en ese momento en que giro y ...la obpstia...empieza a llover, pero a lloverla de verdad, nada de gilipolleces postinundativas. Total que oigo a la gentil y ardorosa lluvia preguntar: ¿tú te mojas de arriba a abajo, y de abajo a arriba?. Cruza cuatro, siete millones de calles; qué largas las jodías, encharcadas apenas en nanosegundos, agua autodefinida en abrumadora libertad. Así que corre que te vuelas y sin paraguas por supuesto, ni capucha o impermeable

Anónimo dijo...

¿qué esperabais?, para qué pensé en la mañana con un cielo claro, desafiando todo pronóstico meteorológico; y yo que jamás de los jamases maldigo a la lluvia, jamás debo apuntarlo. Así tenemos que se me caló el tuétano en su conjunto, y hasta la ropa interior, la mascarilla del cabello goteaba insolente y autárquica de la gravedad, los cosméticos surcaron mi cara anáquicos del nunca, tenía agua entre las uñas, en la garganta, el estómago, en la cavidad timpánica, en la vagina (tras aventurar el cuerpo en un deslizarme por el anegado pavimento cual tobogán). Voy por la vida sin toallas, ni secador de coche, sin nada.
Trasladándome entre pueblos para intentar llegar a la cita a hora, imposible lo temo. Temblando en el auto todo el viaje, a punto de masacrar el botón de la calefacción, pobre lógico no daba abasto,tiritando y pensando en cómo se sentía Gurb, retemblando el resto de la vida. Alcancé la reunión con diez minutos de retraso que al final resultó sobradamente comprensible. Y después, con el cansancio acumulado desde muy prontito, volvía a casa pero ay!! de ti que las rieras -ya se sabe, especialistas en cuándo joder a conciencia- no perdonan, camino cerrado stop, stop, stop, stop!! a ver quién es el listo que se arriesga a quedarse sin vehículo,...el próximo blindado lo juro, y un amable municipal que te dice sonriente: espere que le levantamos las barreras de la autopista para que no se nos ahogue ni tenga que llegar a las cuarenta, ni le entre la fiebre, macho, ni una pútrida pértiga había... ni un funicular o cestilla improvisada, solución: cubrir, llenar, soltar improperios. Y para colmo sin comer, ¿qué horas serán?, jodeeeer más de las dos y sin desayunaaar, joder de los joderes qué mierda de día llevo. Tuve que buscar un lugar hasta que pasara la tormenta, que no acabó como bien imaginan, donde comí bueno, pero seguía estremeciéndome, mojada como estaba, como en verano, tras la playa, al aire libre, en una terracita. He comido y suerte, pero a disgusto, en plan ejercicio de parkinson vaya; beber mejor no lo pregunten. Llegué a casa sobre las cuatro pasadas después de dar una vuelta del cojón claro. Me quejo vale pero es que me duele un mazo la espalda y tengo los pies humedecidos no, entumecidos -como carajo se diga- por la hermosa agua, y la cabeza me golpea con insistencia: ¡¡por qué no te quedaste hoy en la cama zorra!!. Llevo más de catorce horas danzando por esos mundos; son las diez de la noche, pero todavía no he logrado reaccionar. Y menudo momentito para enfermarse intuyo... con la Huelga de la sanidad pública. Silencio.