lunes, 26 de julio de 2010

Crónica Chaouen 20 de julio 2010, por VEGA.

(Carlos Chaouen).

Os dejo esta crónica recogida del foro http://www.carloschaouen.com/ y escrita por VEGA. Gracias Vega. Para mí fueron dos conciertos memorables; y casi mejor el segundo día. Salud.
---------------------------------------------
He estrenado cuaderno para escribir esta crónica. Son más de las 3 de la mañana. A las 9 tengo una reunión pero no puedo (ni tampoco quiero) dormir.
Voy a dejar que pase la noche aquí sentada, en el medio de esta cama.
He estrenado un cuaderno que dice "apunta a la luna, incluso si fallas caerás entre estrellas". Dice eso pero en inglés. Me lo regalaron hace meses porque esa es la idea.
Decía yo que lo de Chaouen es como esos recuerdos de infancia. Eso de "el mejor pulpo a feira lo comí con 12 años en Casa Pepe y como ese ninguno". Puede uno pasarse lustros hasta comprender que no recuerda el sabor. Que vive de la leyenda. Decía yo que es imposible que Chaouen esté a la altura de su leyenda.
Para mi él es los orígenes en Madrid. La independencia. Salir todos los días de la semana. Las citas de domingo. Los chicos con coche. Buscar aparcamiento. Es imposible lidiar con eso, con el mito adolescente en ebullición. El mito creado por la yo de hace 12 años que se pasaba horas alisándose el pelo. Ahora no tengo ni secador.
Pero hace un rato Chaouen dejó la leyenda y el mito en el subsuelo.
Hace un rato, casi ahora mismo, Libertad 8 recuperó la magia que siempre tuvo.
Ventiladores de palas, vigas de madera, luces amarillentas de decadencia elegante. Sillas y mesas disparejas. Un espejo que todos pensamos que nadie más ve.
Músicos en el escenario.
Cuando Chaouen canta así, como hoy, empieza como ha empezado hoy. Arrollándonos. Alardeando de lucidez, lucimiento, colmándonos los deseos.
Cuando empieza así y luego sigue mejorando, midiendo las intensidades con la precisión exacta que sólo se consigue desde el puro institno, es el mejor. Insuperable.
Consigue que me sobre la ropa. Que literalmente me den ganas de desnudarme al ritmo de su voz con uñas romas que se arrastran por la espalda.
Alrededor de la columna vertebral.
Cuando Chaouen hace como ayer y canta las nuevas, las viejas, las no tan nuevas, las aun más viejas, las clásicas y las que contriubirán a agrandar el mito.
Cuando sus manos expertas me abren la boca, me dejan sin palabras (es complicadísimo dejarme sin palabras)
Cuando hace todo eso, podría pedirme casi cualquier cosa. Daría lo que fuese para que siguiese cantando y toncando así. De inspirado, de sonriente, de tranquilo, preciso.
Creo que ya lo he dicho. Fue exacto y concreto. Efectivo. Demoledor.
Me enamoró, me convirtió en la fan más entregada. A mi. Que cuesto tanto. Dicen algunos que cuesto mucho. Otros cometen el error de considerarme demasiado fácil. No soy ni lo uno ni lo otro.
Lo que pasa es que he probado lo bueno. He visto a Chaouen volverme loca. Sé los efectos de su voz y su música en mi organismo de hedonista. Y cuando a una mujer como yo, con un gusto exquisito, se la acostumbra a lo mejor, siempre pide lo mejor.
Es capaz de percibir la diferencia evidente entre una micro explosión controlada y un orgasmo múltiple, largo, ascendente.
Uno de esos que empiezan empapándote, que te dejan tiempo para imaginar lo que viene luego, que adelantan o superan o rebasan a tu imaginación pillándote con el pie cambiado. Que te abren cada poro de la piel, que alteran el ritmo cardiaco, todos los ritmos. Que modifican el relleno capilar, los olores, la percepción de los colores. Todo. Sin más química que la música buena directamente disparada al centro del placer. Esa zona mínúscula donde todo empieza. Extendiéndose en oleadas concéntricas hasta ocupar su lugar. Preparándose.
Y cuando parece que no es posible disfrutar más. Cuando Buenos Aires es tan placentera y tan perfecta que duele, cuando pareces exhausta y sin fuerzas y pides que se acabe. Que sea.
Entonces, justo entonces, ni un segundo antes, el mito, la leyenda en día grande, para de golpe.
Para y mira y dice: espera. Todavía te queda. Todavía te queda muchísimo. Te vas a enterar.
Ya no queda más que el abandono sin ansia.
Te rindes (me rindo) te entregas, te dejas. Y cuando ya has perdido los papeles canta como nunca. Como nunca. Mejor de lo que podrá cantarla jamás. Canta justo esa. Mira que hay canciones. "Por las noches nace el verbo resistir". Acabando con la inexistente resistencia a nada. Y ahí sí. Termina.
Pero como los mitos, las leyendas, termina para poder volverlo a empezar todo.
Hace un rato Chaouen fue generoso con el público (3 horas perfectas) y con sus músicos que le devolvieron la generosidad.
Hace un rato Chaouen fue brillante.
Dicen que cuesto mucho. Yo creo que no. Pero cómo conformarse con un aquí te pillo aquí te mato cuando son músicos capaces de esto. Por mucho que todo tenga su encanto, lo sublime está al alcance de muy pocos.
Muy muy pocos. Él es uno de esos pocos

P.S. iller, que me conoce, sabía que hoy había crónica. Le dije que Carlos Chaouen se merecía una crónica que no soy capaz de escribir. Una que estuviese a la altura de lo de anoche. No soy capaz de escirbirla pero sí de intentarlo. Este es mi intento. En 90 minutos sonará un despertador inútil. Sigo paladeando. Esta noche repite en Libertad 8. Corran. Lleven poca ropa y ninguna prisa. Pongan sus sentidos en las manos de Don Carlos Chaouen. Déjense hacer. Van a disfrutar. No sé si tanto como nosotros. Puede que incluso más.
Hace un rato aprendí hasta qué punto este hombre es capaz de dejar su propia leyenda a la altura del betún.

P.P.S Gracias a Iller y Ro, porque son la mejor compañía posible para noches como estas. Es difícil encontrar seres humanos (más que futbolistas) capaces de sentir exactamente lo mismo que tú sientes. De entender la admiración, la música y los orgasmos musicales (como atenuantes de crímenes) de la misma forma que tú. Es maravilloso girarte y ver sus sonrisas como un espejo del brillo de tu propia piel.

3 comentarios:

illeR dijo...

Como que casi mejor el segundo día!!?!?! No nos digas eso ahora!!! Que a los que fuimos al primero como Vega, Ro y yo nos da un taco de coraje....

El concierto impresionante, seguramente el mejor concierto "made in Chaouen" que he visto. Lo malo es que ahora voy a querer que todos sean asi o mejores!!!

Céfiro dijo...

Joder, qué envidia. Bonita crónica, bonitas palabras. Chaouen sublime, artista total. Está en un gran momento. Debería grabar que luego esas cosas se notan. Abrazos.

vega dijo...

Gracias a ti... Memorable es la palabra exacta!

illeR nada de coraje, hagamos caso a Chaouen: casi mejor el segundo día. Casi.
Ahí está el casi...

Céfiro gracias a ti tb (y si, qué grabe, qué grabe)