martes, 29 de abril de 2008

La crisálida enmohece

(Foto de Charaxes jasius, por JM Sesma, en espacionatural.com)

La crisálida enmohece,
llevo andando 25 o más plenilunios y

aún no me cepillo los dientes como es debido.
Se derrama nicotina y cáñamo
en el columpio tácito de la infancia.
Poetas dicen que son,
son una mierda
en la tarde de la muerte lenta.
Ni quiero ni puedo
con este arco iris de sal de ponzoña.
Nunca he sido más hombre ni querido más mujer.
Y que hinchazón palpitante la que asalta o viola tu vientre.
Asco e ilusión de idólatras del castigo.
Que ganas de ser contigo
me sobreviene, me “sobreva”.
El sostén imposible en lo
opaco de la palabra.
La luz infernal.
Falta de higiene en todos los sentidos,
el gusto sobre todo por todo y
el denso padecer de la mugre que muge a
todos los abismos.
Océanos de la nada,
y de nada me sirve tu complacencia
para volar dónde no es.

C.Chaouen, 2000.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces tengo que leerte mucho para entenderte o para entender lo que quieres trasmitir, pero yo hago mis propias lecturas que es lo bonito....me encantas,con tus complicaciones, eres dificil...y delicado

Anónimo dijo...

Qué-ganas-de-ser-contigo


he dejado con cuidado el sombrero encima de la mesa

Anónimo dijo...

Es un lujo leer tus poemas, tus escritos. Creo que la m�sica y la letra utilizan caminos distintos para emocionarnos, en tus canciones se complementan y para mi son poesia con m�sica.

Paz y besos.

Kas.

Ishtar dijo...

Este me gusta carajo! no me canso de leerlo...